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Un patrón para sobrevivir: el estrés y tus relaciones amorosas

Conflicto de pareja

Las relaciones de pareja pueden sentirse como campos de batalla. Aún cuando amamos a nuestra pareja, cuando hay un conflicto tendemos a actuar como lo haríamos en una situación de amenaza, como si estuviéramos en combate por nuestra vida. Aunque racionalmente entendemos que no es así, en nuestro cuerpo se activa una reacción inconsciente de supervivencia por esa aparente amenaza.  Para nuestro sistema nervioso, una discusión o un encuentro con un depredador, generar una respuesta similar.  Para él, estamos jugándonos la vida. 

Las respuestas neurológicas de supervivencia son muy útiles en muchas situaciones pero no en nuestras relaciones.  Encarar los problemas de relación con respuestas inconscientes y extremas, generalmente nos llevan a acrecentar el conflicto, marcar distancias y ahondar la brecha de desconexión. No estar consciente de estas respuestas hace que no seamos capaces de elegir una manera más iluminada de manejar el conflicto de pareja.  Este es el origen de la toxicidad que destruye relaciones, que va dañando y socavando la relación hasta que se siente insoportable.

Te quiero hablar de la teoría de la respuesta al estrés. En 1920, Walter Cannon, un fisiólogo estudió lo que él llamó la respuesta al estrés y que ahora conocemos como la reacción pelea/huida.  Dicha teoría ha sido expandida y profundizada por otros científicos y ahora entendemos que son 4 los tipos de respuesta al estrés.

1. Pelea. Confrontar agresivamente la amenaza 

2. Huida. Correr fuera del alcance del peligro 

3. Parálisis. Incapacidad de moverse o actuar 

4. Adulación.  Complacer al agresor para sobrevivir 

Ya sea que la amenaza sea una situación real y concreta de amenaza a tu integridad, o sea una percepción de peligro como lo es el caso de situaciones emocionales, tu cuerpo reacciona como si estuviera en peligro físico. Y empleamos una o dos respuestas al estrés a las que estás habituadas para resolverlo.  El asunto con esto es que al abordarlo desde la parte inconsciente de tu cerebro, el hipotálamo, se activan síntomas fisiológicos y psicológicos que te estresan y te mueven al modo supervivencia. Y al hacerlo pierdes la elección racional para responder a un conflicto de una manera más iluminada y calma. 

Si tu respuesta natural es Pelea, puede que respondas a los conflictos de esta manera: lloras, quieres golpear algo, tensas tu cuerpo, ves y hablas agresivamente, sientes fuego en tu estómago, te pones furiosa y quieres desquitarte con algo o alguien.

Si tu respuesta natural es huida, entonces lo que haces es mover tu cuerpo nerviosamente, te pones tensa e incómoda, sudas, te sientes atrapada y evitas la situación y discusión haciéndote ausente.

Si sientes que ni correr ni pelear son opciones para ti, puede que te paralices y no hagas nada.  Tu cuerpo se tensa, el corazón te palpita rápidamente, baja tu temperatura y permaneces en la discusión sin hablar ni hacer nada, esperando que termine pronto.

Si has probado la pelea, la huida y la parálisis y no te han funcionado, entonces puede que uses el Adular como respuesta al estrés.  Procuras calmar al “agresor” con ayuda, halagos, mimos y minimizando la situación.  Esta es una respuesta presente en las personas que fueron abusadas de niños o están en una situación de abuso con una pareja narcisista.

¿Puedes ubicar cuáles son tus dos respuestas primarias?

Hay mancuernas de estas respuestas que se configuran para generar un patrón que puede impactar negativamente la relación y causar tóxicidad:

Pelear-Adular: emplea amenazas, coerción y tácticas manipuladoras para controlar la situación y a la pareja. 

Adular- Huir: evita la amenaza haciéndose útil para ayudar al otro a resolver prontamente la situación. Sin asumir ninguna responsabilidad. 

Adular-Paralizar: ceder ante la amenaza con una actitud de víctima. 

Huir-paralizar: evadir la amenaza enfocándose en otras cosas. 

Todos tenemos comportamientos repetitivos que llevamos consistentemente de una situación a otra, esos se llaman patrones y entenderlo nos ayuda a superarlos y elegir con mayor conciencia mejores alternativas de acción. 

Es importante reconocer las amenazas reales de las imaginarias.  También reconocer cuando estas magnificando el evento y así activando una respuesta de estrés mucho mayor que provoca daño emocional, mental y físico, sobre todo si es sostenido o repetitivo.  Por eso es importante que hables con un Coach o Terapeuta sobre esas respuestas al estrés que te causan des-balance y dañan tus relaciones. 

Si estás en una situación de conflicto con tu pareja, una discusión fuerte recuerda que tienes alternativas y no necesitas responder automáticamente y activar un patrón tóxico, tienes alternativas.   Puedes hacer dos cosas:  actuar para resolver la situación empleando técnicas de comunicación asertiva o pedir una tregua y calmarte antes de disponerte a resolver el problema. 

Tú puedes superar tus respuestas automáticas cuando las conoces y exploras los mecanismos que las activan. Obsérvate, reflexiona y trasciende esos patrones trabajando en ti. También ve cómo tus patrones están íntimamente ligados a los de tu pareja y generan esos nudos tóxicos que parecen no tener solución.  ¿Cómo responde él? ¿Qué conexión ves entre uno y otro?  Con conciencia, reflexión y trabajo interno podemos trascender esos comportamientos que vienen de mucho tiempo atrás para encontrar bienestar y mejorar la calidad de tus relaciones. 

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